La luna.

No hacia mas que observa desolado como la luna caía lentamente sobre el mar, no entendía como algo tan bonito podría rendirse, de repente la primera luz de la mañana ilumino su rostro, con ese tono calido como si se reflejara el sol de la mañana en el oro mas puro, brillante pero capaz de enmudecer a cualquiera, aun así el se preguntaba que pasaría con la luna, si mañana volvería a verla, las dudas le comían por dentro, porque aunque el sol es mas brillante, mas grande y mas calido, el estaba enamorado de la luna, de su brillo especial, de luz tenue ni calida ni fría, pues ni la mas bella perla podría tener tal brillo, ni el mas hermoso diamante podía reflejar de la misma manera la luz. Dicen que el sol es el astro rey, mas para que desear ser rey con tan bella princesa.
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