Ya solo me falta escribir los títulos bien
Se abrió la puerta mientras el chirriar de esta enmudecía a la gante allí presente, como en toda mansión antigua que se precie estos pequeños detalles le dan un toque tétrico pero a su vez las hacen únicas, de repente un pasillo se fue formando entre la multitud, mientras mas expresiones de asombro se oían de la gente, cuando el pasillo estaba a punto de alcanzar al dueño de la casa este se arrodillo, y sin levantar la mirada exclamo. No soy digno de contemplar vuestra belleza pues solo soy un simple mortal que condenado a vivir eternamente enamorado de una doncella que ama a otro hombre me veo sumido en una terrible desolación, mas vuestra belleza según oigo el rumor de la gente es una belleza pura, sin igual, incapaz de ser descrita por palabras, es como si una ascendiera al cielo y se convirtiera en la estrella mas brillante y hermosa del mundo. La gente estaba perpleja de oír a don Octavio pues este era una persona de pocas palabras y muchos menos cumplidos, de repente la doncella interrumpió a don Octavio diciéndole que no siguiera puesto que ella no merecía tal cantidad de elogios puesto que solo quería ser lo que hasta hacia 5 minutos había sido, una simple desconocida, sirvienta de la casa del señor que por no poder acudir este la había engalanado y la había enviado a excusar su presencia, y también se excuso ella pues se tenia que marchar ya que ella no pertenecía a ese ambiente, se sentía rara con ese vestido, de color marfil que insinuaba si silueta, con las telas de gasas y los volantes que le daban un aire casi celestial, se volvió a excusar repitiendo que era la doncella del señor Ordiazabal, tío del señor Octavio al que todos llamaban el vasco por la ascendencia de su apellido, acto seguido empezó a correr por el pasillo de gente que se había creado en su entrada, pasillo que se iba cerrando a su paso y que dificultaba al señor Octavio seguirla, pues este levanto la mirada antes de que saliera huyendo la doncella y se quedo completamente enamorado de ella, al final, al llegar a la puerta solo pudo ver el carruaje partir mas no pudo alcanzarlo puesto que la espesa lluvia que caía en el exterior dificultaba el poder seguir el carruaje.
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